Mi salida del SPUM

Por Luis Valero Elizondo. Última actualización: Jueves 1 de febrero de 2018.

Introducción

En esta página encontrarás todo lo que querías saber (y mucho más) sobre mi reciente salida del SPUM. De una vez te advierto que es una historia mucho más aburrida de lo que crees. He aquí un resumen:

Como ves, ya se empieza a perder el misticismo con el que me rodeaban en las notas periodísticas, como "el profesor que desafió al sindicato". Sé que la gran mayoría dejará de leer lo que sigue, porque no es lo que esperaban. Los pocos que sigan leyendo probablemente lo dejarán de hacer después de leer el chiste de la mujer barbuda, pues se darán cuenta de que suelo contar una cantidad exagerada de chistes malos (pregunten a mis alumnos). Pero si en verdad te interesa saber más de esta historia, por favor sigue leyendo. Por cierto, ¿nos podemos hablar de tú? Gracias.

El chiste de la mujer barbuda

¿Viste la película "El Gran Showman"? Si no, no importa, en la siguiente pregunta está todo lo que necesitas saber para responder: ¿En qué se parecen la mujer barbuda cuando sale de la ópera desafiando a todos cantando "This is me" (Esta soy yo), y Luis Valero cuando salió del SPUM? Respuesta: En la barba. Es un mal chiste, pero mi punto es que en verdad es lo único que tenemos en común (bueno, eso y unos kilos de sobrepeso), a pesar de todo lo que se ha hablado de mi salida del SPUM. No hay ninguna proeza sobrehumana ni sacrificio alguno. No hay material para un libro, ni para una película (pero si hacen una, pido que Hugh Jackman me interprete), ni para una serie de Netflix, ni siquiera para un comercial de Coca-Cola. Lo que pasó se puede contar así: Una vez un maestro quería dar clases, y entonces (puntos suspensivos para hacer una pausa dramática) ... ese maestro dió clases. Fin de la historia. Pero si te interesan los detalles que llenarían los puntos suspensivos, lee la siguiente sección.

Los hechos como fueron

El 31 de octubre de 2017 la Universidad Michoacana no tuvo dinero para pagar los salarios de los que trabajamos ahí. Como resultado, el Sindicado de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM) nos convocó a los agremiados a que participáramos en un paro de brazos caídos, que significa que teníamos que presentarnos a trabajar pero sin trabajar, hasta que nos pagaran todo lo que nos debían. Yo participé activamente (valga la contradicción obvia) en este acto de no hacer nada hasta antes de las vacaciones de diciembre. A decir verdad, sí di una que otra clase a escondidas, e incluso intenté dar clases en línea (yo creo firmemente en el potencial educativo de la internet). También confieso abiertamente que hice mucha investigación (mi contrato es de Profesor e Investigador), que supuestamente también debí haber evitado, pero ahí es mucho más fácil ocultarlo. De hecho es tan fácil que la investigación de un profesor pase desapercibida, que gran parte de la sociedad no sabe que muchos profesores de la Universidad Michoacana hacemos investigación. El 8 de enero regresamos de nuestras vacaciones, que en mi humilde opinión no eran tan merecidas, después de dos meses de no hacer nada. La Universidad había conseguido algo de dinero, siempre a destiempo, y hasta hoy (19 de enero) todavía nos debe el aguinaldo del 2017. Yo ya estaba muy preocupado por mis alumnos, y sentía que podían perder el semestre si no regresaba a dar clases. Decidí que lo que yo debía hacer, sindicalizado o no, era poner el interés de mis estudiantes por encima de los del sindicato, y regresé a dar clases el 8 de enero, esta vez sin esconderme. Aquí es donde la historia se complica. Los "si hubiera ..." no cambian nada, pero si hubiera simplemente renunciado al SPUM el día 8 de enero y dado mis clases, no habría recibido toda esta atención. Pero yo pensaba que estar en desacuerdo con el SPUM era como tener un desacuerdo con tu esposa/esposo: pueden no compartir la misma opinión, pero eso no significa que deban divorciarse. Hubo una reunión de mi sección sindical (que es la de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas) el día martes 9 de enero. Yo tomé la palabra y le dije al representante del SPUM de mi sección que desde el lunes 8 estaba dando clases, y que iba a seguir dándolas. Pregunté si podía seguir siendo miembro del SPUM a pesar de eso. Quizás mi representante sindical no quiso decirme entonces crudamente que mi postura era totalmente incompatible con el SPUM y que tarde o temprano tendría que dejar el sindicato. Luego llegó el Secretario General del SPUM, el Dr. Gaudencio Anaya, y repetí mi pregunta. Su repuesta también fue muy respetuosa, pero nunca nadie me dijo con peras y manzanas "Si quieres seguir en el SPUM, debes obedecer sus lineamientos. Punto". Como resultado, salí de esa reunión con un terrible dilema: obedecer mis instintos y seguir dando clases a sabiendas de que al SPUM no le gustaba, o dejar de dar clases para estar bien con el SPUM.

Seguí dando clases, y después de mucho reflexionar, primero conmigo mismo y luego con mi gurú espiritual privado (traducción: luego de platicar con mi esposa, una mujer excepcional y que ha colmado mi vida de cosas bellísimas), llegué a la conclusión de que lo mejor para mí y para el SPUM era que yo renunciara al sindicato. Esto lo decidí la noche del lunes 15 de enero. Ese mismo lunes hubo una reunión del Consejo General del SPUM, y ahí se discutió mi caso, que no me sorprende en lo más mínimo, porque yo mismo les dije que estaba dando clases y que lo seguiría haciendo. En esa reunión decidieron que se tomarían acciones para sancionarme, lo que me parece totalmente razonable: si yo tuviera alguien que supuestamente debería hacer algo que le mando y no lo hace, por supuesto que le llamaría la atención. Desafortunadamente, el anuncio de mi sanción se hizo poco antes de que yo anunciara que iba a renunciar al SPUM, y naturalmente todo mundo supuso que yo renunciaba como protesta porque me estaban sancionando. Si el SPUM hubiera tenido su reunión un día después, ya sabiendo de mi renuncia, seguramente mi caso ni siquiera habría sido mencionado, y nada de esto se hubiera vuelto tan viral.

La ruptura no fue tan mala

Agradezco el interés y las palabras de apoyo, pero les aseguro que estoy bien. Mi salida del SPUM fue de lo más amistosa posible. Cuando llevé mi renuncia al sindicato, la maestra Lupita Pérez, que es la Secretaria de Organización, me trató con gran cortesía y eficiencia. Casualmente, al estar saliendo del edifico del SPUM me encontré con el Dr. Miguel Medina, Secretario de Asuntos Académicos del SPUM, quien me preguntó si tenía unos minutos ahí mismo para hablar conmigo y tratar en lo posible de ayudarme en mi difícil situación con el SPUM. Yo le agradecí sus buenas intenciones, pero le comenté que acababa de llevar mi solicitud de baja del sindicato. El Dr. Miguel Medina se mostró verdaderamente entristecido por la noticia de que me iba del SPUM, y me comentó que, aunque él y yo teníamos puntos de vista distintos, respetaba cabalmente mi punto de vista y que lamentaba que no se hubiera podido encontrar una mejor solución. Le conté la analogía del divorcio por una pelea, y no sé si por cortesía o por empatía, pero dijo que comprendía lo que yo le quería decir. Dr. Medina, si usted está leyendo estas líneas - perdón, ya te empecé a hablar de usted y desde el principio te pedí que nos habláramos de tú - si tú estás leyendo estas líneas, te agradezco tu sincero interés en mi caso.

Si me pidieran cantar alguna canción que describa mi ruptura con el SPUM, en lugar de "This is me" yo les cantaría "Happy Divorce Day" de Chirstine Lavin. Afortunadamente para ti no te la voy a cantar, pero la parte final dice algo así como "Aunque llegamos aquí con tristeza, nos vamos con corazones aliviados, sabiendo que algunos de nosotros estamos mejor cuando estamos separados". Además, en este divorcio a mí me tocó la mejor parte: me quedé con todos los niños.

Demasiada atención para un simple profesor de matemáticas

Después de mi salida del SPUM se desencadenó una serie de comentarios y hasta de notas periodísticas (estoy haciendo un collage con las notas en que aparezco, para guardar de recuerdo; ya llevo 7). Con decirte que hasta algunos reporteros me han pedido entrevistas, ¡incluso para la televisión! Quizás este es un buen momento para hacer algunos anuncios. Si eres reportero, te agradezco tu interés pero hay gente más interesante que yo en la Universidad Michoacana a quienes podrías entrevistar y que lo harían con gusto. Si eres político, de una vez te digo que no milito con ningún partido y no creo hacerlo nunca (nadie de la política se me ha acercado, y prefiero que no lo hagan). Si estás en contra del SPUM, no cuentes conmigo para atacarlo. Si estás en contra del rector, tampoco cuentes conmigo para agredirlo. Como dije antes, agradezco los buenos deseos y las muestras de apoyo y solidaridad, pero en verdad estoy bien. Finalmente la Universidad Michoacana pagó el aguinaldo y todo lo que les debía a todos sus académicos y empleados a finales de enero de 2018, y todo regresó a la normalidad. Pero mis alumnos nunca tuvieron la culpa de que no me hayan pagado, así que ¿para qué desquitarme con ellos? La única atención que necesito es la de mis alumnos en mis clases, y afortunadamente esa ya la tengo. Pero entiendo que estos son mis cinco minutos de fama, así que de una vez los aprovecho para contarte algunos de mis sueños guajiros.

ASUM: Ideas para un nuevo sindicato académico en la UMSNH

A raíz de mi ruptura con el SPUM (y de hecho desde antes), he venido pensando en lo que según yo sería un sindicato ideal para los académicos de la Universidad Michoacana. Aquí te platico lo que se me ha ocurrido. Te adelanto que lo que planteo son mis propias opiniones y no están avaladas por nadie más. Quisiera advertirte que si eres un militante del SPUM con firmes convicciones, algunas de las cosas que planteo te pueden parecer demasiado radicales y quizás sea mejor que no leas esta sección. También quiero hacer una aclaración importante: no creo que nadie se anime a crear un sindicato como el que propongo, pero sí quiero plantearte mis inquietudes. Quizás el propio SPUM quiera en algún momento adoptar algunas de estas ideas. Dudo que el SPUM se convierta en ASUM, pero ¿quién sabe lo que podría pasar en un futuro muy, muy lejano?

Empecemos con el nombre: yo sugiero algo como “Académicos Sindicalizados de la Universidad Michoacana: ASUM”. La razón del nombre es que ponemos primero lo académico y dejamos el sindicato en segundo término. El concepto debe ser de un sindicato moderno en todos los aspectos, que atraiga a académicos entusiastas que quieran trabajar y no andar en grilla. Entre las características que debe haber en los Estatutos Generales propongo las siguientes:

Siento que un sindicato así tendría gran aceptación en esta sociedad moderna. Por cierto, yo NO quiero estar en ningún puesto si se llegara a crear dicho sindicato, o si el SPUM evolucionara a ASUM. Sí me gustaría estar afiliado a un sindicato así, pero con mi historia sindical, quizás ese sindicato no me quiera tener de agremiado (y no los culpo).

Jubilaciones y pensiones

Esta sección puede ser algo polémica, quizás deberías saltártela.

Por si no estás enterado de los problemas financieros de la Universidad Michoacana, uno de los temás más controvertidos es el de Jubilaciones y Pensiones. Si ya tienes una opinión formada al respecto, mejor sáltate esta sección porque seguramente tu opinión es distinta a la mía y te va a ofender lo que yo diga aquí. Te voy a decir cómo veo yo el problema de Jubilaciones y Pensiones. Cuando la Universidad Michoacana era más pequeña, el SPUM logró que los jubilados y pensionados tuvieran una excelente jubilación/pensión. Aparentemente esto debía ser un motivo de alegría para todos los profesores (¿a quién le dan pan que llore?), y lo fue y lo es, pero ahora también es un motivo de preocupación. Si eres del SPUM, es tu última oportunidad de dejar de leer antes de que te escandalice lo que voy a decir.

En otras universidades, al llegar un profesor a cierta edad (o años cumplidos de trabajo), se jubila, pero la jubilación que se le da solamente le cuesta poco o nada a la Universidad donde trabajaba (en algunos lugares de Estados Unidos donde trabajé un tiempo en mi doctorado y postdoctorado, se jubilan con algo parecido al Afore, que a la Universidad ya no le cuesta nada). Esto quiere decir que la Universidad puede usar el dinero que le pagaba al profesor jubilado para contratar a un nuevo profesor que tome su lugar. De hecho, como los jubilados se van con una categoría mucho mayor a la que tiene un profesor nuevo, la universidad tiene dinero extra, y a veces puede contratar a dos profesores para cubrir el lugar del que se fue. Con este esquema, cuando se jubila un profesor, se cubre su puesto y no le cuesta más a la Universidad continuar con los profesores que necesita.

Pero en la Universidad Michoacana nos jubilamos con una muy buena jubilación, y gran parte de ese dinero lo aporta la Universidad Michoacana. Esto es bueno para el jubilado, que puede vivir muy bien sus últimos años. Para la Universidad Michoacana es más complicado. Como le da una buena jubilación al profesor que se fue, ya no le queda suficiente dinero para contratar a alguien más. Necesitaría que el gobierno le asigne mayor presupuesto, y en esta época de crisis eso no es fácil. El resultado es que se va un profesor y queda un puesto que ya nadie cubre. Este problema no es fácil de resolver. Algunos argumentan que no se debe ceder el logro sindical de la buena jubilación, y que hay que pugnar por lograr mayor presupuesto para cubrir los lugares de los jubilados. Otros opinamos que los profesores debemos ceder al menos un poquito de nuestra excelente jubilación para aliviar la crisis financiera de la Universidad. Estamos muy lejos de lograr un consenso, y por lo tanto tenemos un problema muy serio en nuestras manos. Lamento dejarte con el problema y no dar una solución universalmente aceptada, pero ya sabías que esta sección era complicada, ¿no?

Fin

¡Llegaste hasta el final! Espero que no tengas una opinión demasiado mala de mí ahora que sabes que no soy el héroe que parecía ser. Pero que incluso una persona haya visto algo extraordinario en alguien ordinario como yo, es una buena definición de magia; les agradezco a todos los que aportaron algo de magia a la vida de este muggle. Te agradezco que te hayas tomado este largo tiempo en leer esta larga carta que en verdad te pudiste ahorrar desde la sección roja. Por favor comparte esta información con todos los que crees que podrían interesarse. ¡Saludos y suerte!

Luis Valero Elizondo
Profesor e Investigador
Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Postdata: Si eres alumno mío, ponte 5 puntos chocorrolescos por leer la carta completa, 4 si te saltaste solamente una sección, 3 si te saltaste 2 secciones, y 2 en cualquier otro caso. Búscame si ya llegaste a 100 puntos chocorrolescos en el curso. Si no eres alumno mío, seguramente no tienes idea de qué son los puntos chocorrolescos, así que no es necesario que hagas nada.


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